sábado, 19 de septiembre de 2009

EL GRITO DE DOLORES EN LA COSTA CHICA

En la región de la Costa Chica, se cubrieron todos los programas para las celebraciones de las Fiestas Patrias, esto es, en los 15 municipios que integran la región se dio el toque patriótico para recordar la gesta libertaria iniciada por Hidalgo hace 199 años.

De manera especial en Ometepec, cabe destacar la celebración del tradicional Grito de Independencia, realizado por el alcalde municipal Efrén Adame Montalván.

A las nueve de la noche del 15 de septiembre, se inició el programa previamente elaborado, con la participación del club de danza de la casa de la cultura municipal. A la hora siguiente intervino el club de danza del plantel CONALEP. A las 10.30 de la noche el primer edil coronó a la reina de las Fiestas Patrias, la señorita Andrea Carolina Vázquez Montero; para después, dar el tradicional Grito, ondear nuestra bandera tricolor y tañer la réplica de la Campana de Dolores.

Cabe agregar, que en el momento del grito, la “América” de las Fiestas Patrias Lady Laura Martínez Wences, rompió las cadenas que simbólicamente llevaba en las muñecas de sus manos; recibiendo al mismo tiempo la Bandera Nacional por parte de regidor de educación Gabriel Salazar Camero.

Ahora bien, el día 16 a las nueve horas dio inicio el programa cívico, para seguir con el desfile en el que participaron todos los planteles educativos de la localidad; sin faltar la presencia desde luego, de la Reina y la “América”.

LA REINA

En esta ocasión correspondió a la guapa señorita Andrea Carolina Vázquez Montero, cuyos padres son Everardo Vázquez Ruiz y Saed Montero Mayrén; su chambelán, el joven Said Muñoz Montero.

Es de advertirse que Andrea Carolina proviene de una casta de reinas; pues viajaron especialmente para acompañarla, dos de sus tías que en sus buenos tiempos también fueron reinas de las Fiestas Patrias en esta ciudad; ellas son: las hermanas Octavia e Ignacia de apellidos Montero Añorve.

LA AMÉRICA

Nuestra “América” de las Fiestas Patrias, fue la señorita Lady Laura Martínez Wences, quien hizo honor al papel que representa, pues su estampa y porte físico refleja a la clásica mestiza costeña, a la que siempre cantaron los bardos costachiquenses Rubén Mora Gutiérrez y Álvaro Carrillo.

Varias fueron las danzas que se presentaron en el desfile, llamando mucho la atención los “Apaches Negros”; quienes se pintan el cuerpo con carbón molido y aceite quemado, manchando la ropa de quienes se les acercan.

Los padres de la “América” son: Abel Martínez y Rita Wences; y su chambelán, el subteniente de infantería Ángel Uriel Apolinar Rojas.

Para concluir estos festejos patrios después del desfile del día 16, los familiares tanto de la reina como de la “América”, recibieron en sus respectivas casas a autoridades, amigos y pueblo en general para compartir las mejores viandas de la gastronomía costeña; concluyendo estos convivios hasta altas horas de la noche.

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Fotos: Pin Montero

viernes, 18 de septiembre de 2009

FESTEJOS A SAN NICOLÁS PENITENTE


El día 9 de este mes de septiembre y dentro de los festejos a San Nicolás Penitente, una vez más recorrió las calles principales de Ometepec, la danza del Toro de petate, cuyo mayordomo en esta ocasión fue el licenciado Rafael Navarrete Quezada.

Estas gráficas lo dicen todo:

RAFAEL Navarrete Quezada, acariciando al toro.



ESTO nomás, para que se le quite lo andariego.


RAFA Navarrete, es rodeado por guapas chicas.



EL TORO de petate frente a la casa del mayordomo.


EL TERRON en plena acción, bailando una chilena.

NUESTRO Regidor Salazar Camero, bien acompañado.

domingo, 13 de septiembre de 2009

NOCHE MEXICANA EN OMETEPEC

Andrea Carolina I

188 Aniversario de Nuestra Independencia


Paisanos… Tu amiga Andrea Carolina I, Reina de las Fiestas Patrias, te invita con el orgullo de ser mexicanos a que celebremos en grande este 15 y 16 de septiembre, el 188 aniversario de nuestra independencia.

La cita es en Av. Agustín Ramírez s/n barrio de Talapa (Refaccionaria del Pacífico), en Ometepec, Gro.

Sin duda alguna, tu presencia dará realce a dichas festividades; mi agradecimiento anticipado por tu apoyo.





jueves, 10 de septiembre de 2009

DANZA DEL TORO DE PETATE

EL TORO de petate al iniciar el paseo por las calles

JAIME LÓPEZ JIMÉNEZ
(Recopilación)

Esta danza se originó en Ometepec y ahora la disfrutamos en toda la Costa Chica. El toro está hecho con varas de cuilote en forma de arco y puntales no muy gruesos; amacizando la estructura con mecaíla fuertemente atada, y forrada con varios petates pintados de negro y franjas blancas y rojas.

Hay quienes dicen que esta danza se remonta al siglo XVII aproximadamente, como remedo o recuerdo del envío de partidas ganaderas que se desplazaban a San Salvador al comercio en general y principalmente a la venta de ganado vacuno. De ahí la expresión: ¡Alegren la partida vaqueros..! O sea, gritarle o animar al ganado para que no se adormeciera y caminara más de prisa.

La Costa Chica se ha caracterizado por sus extensos llanos y lomeríos propicios para la cría de ganado mayor. Desde la época de la Colonia los hacendados de Ometepec, tenían un gran número de trabajadores, con personal bien organizado: un mayordomo, un caporal, monteadores, punterillos, y el número suficiente de vaqueros para controlar el ganado.Cada rancho tenía su nombre y estaba bajo la protección de un santo, pero el patrón de todos los ranchos era San Nicolás de Tolentino.

Esta imagen era venerada en una ermita, que según versiones orales, está entre el actual palacio municipal y el panteón, en Ometepec, de ahí el nombre del barrio de la Ermita. Cada año, del día primero al diez de septiembre, se celebra una gran fiesta profano-religiosa en honor de San Nicolás de Tolentino.

Se dice que antiguamente correspondía a cada rancho celebrar un día de la fiesta y al final se reunían los caporales, mayordomos, vaqueros y demás personas de todos los ranchos para celebrar competencias de habilidad. Estas competencias consistían en que los vaqueros de cada rancho debían llegar al cerro del Cuije, situado precisamente donde ahora está la Capilla de San Nicolás Tolentino, para llevar al toro hasta la Plaza Principal, donde los esperaba la concurrencia. Pero debían hacerlo sin lazar el toro, sino solamente toreándolo para hacer que caminara hacia el centro. El camino era difícil, pues no había calles ni paredes; la población estaba compuesta por chozas de madera. Apenas llegaba al margen derecho del arroyo de la Hontana y el toro se desviaba por el monte, resultando un problema hacerlo llegar al centro del pueblo.

Otra versión cuenta que durante el tiempo de la Colonia todas estas tierras pertenecían a un español que radicaba en Puebla, el cual tenía innumerables ranchos ganaderos que estaban al cuidado de su personal de confianza. Este ganadero hacía visitas anuales de inspección, en la cual tomaba en cuenta al administrador, en quien había confiado durante muchos años la prosperidad de los ranchos de su propiedad. Al terminar la inspección, se realizaba una gran fiesta de jaripeos y bailes, en donde el pueblo se divertía olvidando las penas acumuladas todo el año.

El 10 de septiembre por la madrugada asisten todos con la música de viento a la capilla donde se venera al Santo y a esto se le llama saludo. Posteriormente el terrón, que es corresponsable de la administración, sale a proponer al Toro en los lugares donde supuestamente lo compran. Después en el recorrido del Toro llegan al atrio de la Capilla y bailan los tradicionales sones de esta danza. Durante el recorrido lo visten con cadenas de papel de china de muchos colores y salen mojigangas, que son hombres elegantemente vestidos de mujeres, que bailan las chilenas y sones de la región.

Los personajes principales de esta danza son: El terrón, el puntero, el montador, vaqueros y mojigangas. El Caporal es el guía de los vaqueros; e integran esta danza veintitrés vaqueros quienes se visten con sombreros de palma y paliacates de colores, portan unas garrochas adornadas con listones anchos y se ponen una banda con una flor al frente.

Cuál es el Papel que desempeña cada uno de los Personajes?


El Terrón: El día de la fiesta baila hace gracias, vende el Toro y chicotea a los Jóvenes.
El Puntero: Es el responsable de guiar al toro durante toda la Fiesta.
El Mayordomo: Se encarga de todos los gastos de la fiesta.
Las Mojigangas: Son hombres vestidos de mujer que piden dinero a la gente para obtener recursos, si no acceden golpean con varas, mecate, etc.


En ese día se alegra el ambiente, toca la música de viento y baila el Toro por la calle Vicente Guerrero, y Cuauhtémoc hasta la Iglesia; de ahí se dirige a la Capilla de la Ermita donde se encuentra San Nicolás Penitente y después de una reverencia se va hacia la casa del mayordomo. El mayordomo recibe a todos los vaqueros y público en general, dándoles comida y bebida.

En "El cabildo" el mayordomo le entrega el Toro al próximo y lo “matan” en la casa del nuevo mayordomo; ahí queda el toro hasta el año siguiente.

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Hasta la próxima..!
jailo38@yahoo.com.mx


miércoles, 2 de septiembre de 2009

SANTA ROSA DE LIMA


Danzas y Flores en el Barrio de Talapa

Por: Pedro Gómez Rivera

Ometepec, Gro.- Con la tradicional danza de los diablos y mujeres cargando arreglos florales, vecinos del barrio de TALAPA, en veneración a “Santa Rosa de Lima” recorren las principales calles de la ciudad de Ometepec, para llevar la “CERA” a la capilla de San Nicolás Tolentino, hechos que se viven año con año en las vísperas de la celebración del tradicional fiesta toro de petate.

Fue el pasado viernes por la tarde que jovencitas del barrio de TALAPA, caracterizaron al personaje de “Santa Rosa de Lima”, salieron de casa del mayordomo de esta festividad, para caminar en procesión las calles de Ometepec, recorrido que realizaron en compañía de los danzantes, mismos que se dieron cita en la capilla la mañana del 30 de Agosto para ofrecer con sus danza las tradicionales mañanitas.

Agosto 31 2009
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Sobre este personaje de la religión católica existen los siguientes datos:

Santa Rosa de Lima nació el 30 de abril de 1586 en la vecindad del hospital del Espíritu Santo de la ciudad de Lima, entonces capital del virreinato del Perú.

Su nombre original fue Isabel Flores de Oliva; Era una de los trece hijos habidos en el matrimonio de Gaspar Flores, arcabucero de la guardia virreinal, natural de San Juan de Puerto Rico, con la limeña María de Oliva. Recibió bautismo en la parroquia de San Sebastián de Lima, siendo sus padrinos Hernando de Valdés y María Orozco

En compañía de sus numerosos hermanos, la niña Rosa se trasladó al pueblo serrano de Quives, en la cuenca del Chillón, cuando su padre asumió el empleo de administrador de un obraje donde se refinaba mineral de plata. Las biografias de Santa Rosa de Lima han retenido fijamente el hecho de que en ese pueblo, que era doctrina de frailes mercedarios, la joven recibió en 1597 el sacramento de la confirmación de manos del arzobispo de Lima, Santo Toribio Alonso de Mogrovejo, quien efectuaba una visita pastoral en la jurisdicción.

Ocupándose de la "etapa oscura" en la biografía de Santa Rosa de Lima, que corresponde precisamente a sus años de infancia y adolescencia en Quives, Luis Millones ha procurado arrojar nueva luz mediante la interpretación de algunos sueños que recogen los biógrafos de la santa.

Opina Millones que ésa pudo ser la etapa más importante para la formación de su personalidad, no obstante el hecho de que los autores han preferido hacer abstracción del entorno económico y de las experiencias culturales que condicionaron la vida de la familia Flores-Oliva en la sierra, en un asiento minero vinculado al meollo de la producción colonial. Probablemente, esa vivencia (la visión cotidiana de los sufrimientos que padecían los trabajadores indios) pudo ser la que dio a Rosa la preocupación por remediar las enfermedades y miserias de quienes irían a creer en su virtud.

A Santa Rosa de Lima le tocó vivir en Lima un ambiente de efervescencia religiosa, una época en que abundaban las atribuciones de milagros, curaciones y todo tipo de maravillas por parte de una población que ponía gran énfasis en las virtudes y calidad de vida cristianas. Alrededor de sesenta personas fallecieron en "olor de santidad" en la capital peruana entre finales del siglo XVI y mediados del XVIII. De aquí se originó por cierto una larga serie de biografías de santos, beatos y siervos de Dios, obras muy parecidas en su contenido, regidas por las mismas estructuras formales y por análogas categorías de pensamiento.

A Santa Rosa le atraía con singular fuerza el modelo de la dominica Catalina de Siena (santa toscana del siglo XIV), y esto la decidió a cambiar el sayal franciscano por el hábito blanco de terciaria de la Orden de Predicadores, aparentemente desde 1606. Se afirma que estaba bien dotada para las labores de costura, con las cuales ayudaba a sostener el presupuesto familiar, pero fueron muy contadas las personas con quienes Rosa llegó a tener alguna intimidad. En su círculo más estrecho se hallaban mujeres virtuosas como doña Luisa Melgarejo y su grupo de "beatas", junto con amigos de la casa paterna y allegados al hogar del contador Gonzalo de la Maza.

Los confesores de Santa Rosa de Lima fueron mayormente sacerdotes de la congregación dominica. También tuvo trato espiritual con religiosos de la Compañía de Jesús. Es asimismo importante el contacto que desarrolló con el doctor Juan del Castillo, médico extremeño muy versado en asuntos de espiritualidad, con quien compartió las más secretas minucias de su relación con Dios.

Dichos consejeros espirituales ejercieron profunda influencia sobre Rosa y resultaron cómplices de sus delirios, visiones y tormentos. No sorprende desde luego que María de Oliva abominase de la cohorte de sacerdotes que rodeaban a su piadosa hija, porque estaba segura de que los rigores que ella se imponía eran "por ser de este parecer, ignorante credulidad y juicio algunos confesores", según recuerda un contemporáneo.

La conducta estereotipada de Santa Rosa de Lima se hace más evidente aún cuando se repara en que por orden de sus confesores anotó las diversas mercedes que había recibido del Cielo, componiendo así el panel titulado Escala espiritual. No se conoce mucho acerca de las lecturas de Santa Rosa, aunque es sabido que encontró inspiración en las obras teológicas de fray Luis de Granada